Octubre 27, 2025 | 🕒Tiempo de lectura: 5 minutos
¿Imaginas? Lo que comenzó como una beca de USD 100.000 evolucionó en una historia de innovación, financiamiento y acompañamiento legal especializado en startups.
Pero detrás de esa euforia hay un tejido de decisiones estratégicas (incluyendo legales) que ayudaron a construir una compañía sólida.
Aunque algunas aún están en disputa, lo que sí podemos rescatar son lecciones aplicables para cualquier startup que quiera escalar de la mano de game plan legal un game plan ganador.
Entonces, sin más preámbulo, aquí te dejo las 4 jugadas legales:
Desde que estaban en early stage, Figma se aseguró de que el código, las interfaces, las marcas y los derechos de autor estuvieran claramente bajo la propiedad de su holding companycompañía holding (y no de algún founder individual u otras sociedades operativas). Eso evita disputas internas más adelante.
💡 Un dato reciente: Figma envió una carta de cease-and-desist a la startup Lovable por usar el término “Dev Mode”, que Figma ya había registrado previamente como marca.
Esto nos enseña lo que muchas startups subestiman: La marca, el nombre de funciones y la propiedad intelectual también son importantes, pues pueden convertirse más adelante en una ventaja competitiva más adelante.la pérdida de ventajas competitivas.
La claridad en las participaciones accionarias es esencial para ganar confianza de los inversionistas.
Un cap table “sucio” es aquel donde la participación accionaria está demasiado fragmentada: Muchos socios con participaciones pequeñas o ex cofounders que aún conservan porcentajes altos, pese a ya no estar involucrados en el proyecto.
Este tipo de estructura diluye la toma de decisiones, complica futuras rondas y genera desconfianza en los inversionistas, que buscan equipos fundadores alineados y con control claro sobre la compañía.
Es claro que Figma le dio un manejo impecable a su cap table, probablemente asesorado de abogados especializados en temas de startups y venture law, pues con un broken cap table no habría llegado ni siquiera a su Serie A.
Un dato reciente: En 2025, Figma debutó en bolsa con un precio inicial de USD 33 por acción. Pero ese precio subió a +242 %, lo que elevó su valoración a USD 65 mil millones. Eso refleja una gran confianza del mercado sobre sus fundamentos estructurales (legales, financieros y de negocio).
Lo clave: Dylan, uno de los cofounder, llegó al momento de la IPO siendo dueño del 11% del equity y no de acciones ordinarias sino de una especiales llamadas Preferred Series B, que le otorgaban buen control del gobierno corporativo. Esto denota que tenía un abogado especialista en venture law apoyándolo desde el principio.
Desde que estaban en sus inicios, cada colaborador, diseñador, ingeniero o freelancer firmó contratos que cedían derechos de creación a Figma, junto con cláusulas de confidencialidad y no competencia.
Así, cuando llegó el due diligence en su IPO, no aparecieron “sorpresas” legales que comprometieran la valoración o dilataban su salida a bolsa.
Ese orden legal interno es algo que muchas startups dejan para después y se convierte en un error estratégico.
Una de las grandes razones por las que Figma llegó tan lejos fue la calidad de sus inversionistas. Desde la Serie B, fondos como Sequoia Capital no solo apostaron fuerte, sino que supieron jugar a largo plazo.
En lugar de buscar una participación agresiva o diluir drásticamente a los fundadores, siguieron invirtiendo a valoraciones altas, permitiendo que Dylan y su equipo mantuvieran porcentajes de equity relevantes incluso en etapas avanzadas.
Y eso no fue casualidad. Los inversionistas respetaron que los fundadores tuvieran acciones especiales (Una estructura diseñada para mantener el control estratégico de la compañía).
Esa combinación (equity sano + control protegido) fue clave:
👉 Los fundadores se sintieron dueños reales hasta el final.
👉 La motivación se mantuvo alta.
👉 Y el resultado fue una de las salidas más grandes del ecosistema: una valuación de $21.7 mil millones de dólares.
En otras palabras, Figma no solo eligió bien a sus inversionistas… también se aseguró de que ellos entendieran las reglas del juego.
No necesitas una valoración de USD 65 mil millones para aplicar las jugadas que llevaron a Figma hasta la cima.
Cualquier startup —en Colombia, México, Argentina o cualquier otro país de LATAM— puede empezar a hacerlo desde hoy:
✅ Protege lo que creas.
Cada diseño, código o funcionalidad debe tener un contrato que establezca la cesión de derechos a la empresa. Así evitas disputas y aseguras que tu propiedad intelectual pertenezca al holding, no a personas individuales.
✅ Construye un cap table limpio y alineado.
Mantén claridad en quién tiene qué, evita la fragmentación excesiva y define cláusulas claras para founders, socios e inversionistas. Un cap table sano inspira confianza y te abre puertas a futuras rondas.
✅ Registra tu marca y tus funciones clave.
Tu nombre, tus features y hasta el “modo” de tu producto son activos valiosos. Regístralos temprano: pueden ser la diferencia entre tener una ventaja competitiva o perderla.
✅ Elige inversionistas que entiendan tu visión.
Busca partners que no solo traigan capital, sino también visión a largo plazo. Los mejores inversionistas son los que te ayudan a escalar sin quitarte el control.
Corporate Lawyer - CEO Phylo Legal
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