Tracción

¡Cuidado con el Due Diligence, si estás por recibir inversión!

Nicolás Cruz

Nicolás Cruz

Corporate Lawyer
Co-founder Phylo Legal

Es de vital importancia que como founder de una startup tengas claro que si estás próximo a abrir una ronda de Venture Capital, casi con toda seguridad te tendrás que enfrentar a un proceso de Due Diligence.


Para anticiparte a ello, puedes prepararte desde el mismo momento en el que constituyes la startup legalmente, para lo cual debes ser proactivo, y prepararte para el cumplimiento de todos los requerimientos legales que debes tener en orden de cara a que la eventual inversión se pueda dar rápido y sin inconvenientes.


Pero entonces…

¿Qué es el Due Diligence? ¿Cómo es el proceso desde la llegada del inversionista?
Y lo más importante..
¿Qué consejos debo seguir para no tropezar en el intento?
Cada una de estas preguntas la resolveremos a continuación:

¿Qué es el Due Diligence?

El Due Diligence es el mecanismo que utilizan los fondos de Venture Capital y en transacciones de M&As dentro del periodo de negociaciones, para examinar y evaluar las posibles oportunidades de inversión.

Busca mitigar los riesgos de invertir en una startup, confirmando si la información que se ha suministrado en los distintos acercamientos es real, verificar la documentación e información que los founders suministren y contestar todas las preguntas que el inversionista formule, para así evaluar los puntos fuertes y débiles de la transacción, logran identificar los riesgos que puedan surgir, lo cual puede repercutir en que se caiga el deal, que se renegocie o si todo está ok que avance sin problemas.

¿Cuál es el panorama del venture capital para este 2023? Lee nuestra reciente entrada de blog

¿Cómo es el proceso desde la llegada del inversionista?

Durante el Due Diligence comercial, los inversionistas asistirán a una o más presentaciones de la empresa para conocer su gestión, producto, oportunidad de mercado y modelo de negocio. También pueden revisar los estados financieros de la empresa y ponerse en contacto con sus contadores.

Frente al Due Diligence legal:

En cuanto al Due Dilligence legal, donde es nuestro interés profundizar, aunque se pueden solicitar diferentes documentos en función de factores como el sector y el stage de la startup, los fondos de VC y sus abogados suelen centrarse en las siguientes áreas clave:

Corporativo:

Los inversionistas quieren ver que todas las decisiones clave han sido debidamente documentadas y aprobadas en junta directiva o asamblea.

En la mayoría de los casos, los inversores solicitan los estatutos para ver cómo están parados frente a la toma de decisiones, estructura de gobierno corporativo. También, el certificado de existencia y representación legal, los títulos accionarios y la composición del cap table para no detectar algún socio inactivo.

Finalmente, las actas ordinarias y extraordinarias, así como los pactos de accionistas que se pudieron haber suscrito, donde sería ideal que se identifique por parte del inversionista que la startup y los founders cuentan con mecanismos que regulen la compraventa de acciones y sus restricciones, la toma de decisiones en materia de gobierno corporativo, restricciones de non-compete, así como derechos de drag along y tag along, entre otros.

Sectores especialmente regulados:

Según el modelo de negocio, buscarán validar que no exista alguna regulación explícita que limite desarrollo la actividad comercial, como por ejemplo en el sector fintech e insurtech, o si, por otro lado, hay restricciones gubernamentales como en el caso de la industria del cannabis.

Compliance general:

Independientemente del sector en el que se encuentre una empresa, querrán confirmar que cumple con la toda la normativa necesaria, por ejemplo, en materia ambiental, de prestación de servicios públicos, alimentos, derecho del consumo, entre otros. Y en el caso de que se recopilen datos de los consumidores, los inversionistas querrán asegurarse que se cuente con una política de privacidad de los datos y del cumplimiento de normativas en materia de Habeas Data.

Propiedad intelectual:

Los activos intangibles (marcas, derecho de autor, patentes, etc.) deben pertenecer a la startup, pues resultan siendo el activo más valioso para un emprendimiento de base tecnológica, por eso es clave que tengas esto al día, con las cesiones de derechos que correspondan por parte de los empleados y los registros ante autoridades como la SIC o la DNDA.

Tributario:

Lo correspondiente con las obligaciones fiscales, la declaración y el pago de impuestos que le correspondan según la actividad comercial que desempeña.

Laboral:

Si la startup tiene un modelo de negocio B2C, esta deberá contar con unos términos y condiciones que regulen la relación contractual con sus stakeholders, cumpliendo con lo dispuesto por el estatuto del consumidor.

Por otro lado, si el modelo es B2B y es un Sofware as a Service, esta deberá contar con un contrato de SaaS que lo blinde en los posibles riesgos legales que emerjan, la limitación de la responsabilidad, las obligaciones, posibles escenarios de solución de conflictos.

¿Qué consejos debo seguir para no tropezar en el intento?

  • La aprobación:
    Cabe resaltar que las demoras en el proceso de Due Dilligence, en la mayoría de los casos, no se debe tanto a que el inversionista tarde mucho en revisar la documentación, ya que su intención también será la de terminar cuanto antes con el proceso para estimar o desestimar la oportunidad más bien, la rapidez del proceso dependerá en gran parte de la disponibilidad de la información.

    Ten en cuenta:
    Si eres un emprendedor que recientemente dio inicio a su proyecto, seguramente no tardes mucho en recopilar la documentación, pues no tienes mucho track record, por otro lado, si eres una startup con un recorrido, tu historial es más extenso, por ende tardarás más en recopilar la información.

La rapidez también depende de la exactitud con la que puedan responder a las preguntas que se les formulen.

Por lo tanto, es esencial que desde el inicio tengas conciencia de todos los aspectos legales que rodean a la startup, que te asesores bien legalmente, así como en la conservación adecuada de toda la documentación legal relativa a la sociedad en un Data Room, ya que de ello podría depender que una futura inversión llegue a buen puerto y en el momento en que se necesite.

  • Mira con lupa
    Partamos de la base de que es muy frecuente que en el Due Diligence se detecten riesgos o contingencias, de mayor o menor relevancia, que quizás (seguramente) ni sospechabas. Si bien se ha tenido la voluntad de hacer las cosas al derecho, el desconocimiento, genera que la startup haya incurrido en determinados riesgos que podrían haber sido mitigados con un asesoramiento legal adecuado.

La detección de riesgos en el Due Diligence, salvo que se trate de riesgos que puedan ser eliminados o mitigados antes de la ejecución de la inversión o que se trate de riesgos que no tengan mucha trascendencia, va a tener consecuencias en las condiciones económicas de la inversión.


Estas consecuencias pueden ser variadas y dependen de muchos factores, pero podríamos agruparlas en las siguientes:

  1. Una rebaja en el precio, esto es, hacerse con la misma participación en el capital social de la startup que se había planteado, pero invirtiendo un importe menor que el que ofreció inicialmente.
  2. Que la inversión finalmente no se lleve a cabo porque, debido a la entidad de la contingencia detectada, haya perdido su sentido económico para ambas partes.

En cuanto a otros riesgos, lo habitual es que las partes regulen en el acuerdo de inversión un régimen de responsabilidad objetiva (limitada en cuantía y tiempo) con cláusulas de indemnidad y solidaridad, de manera que los fundadores responderán frente al inversionista, dentro de los límites pactados, por los daños que este, tras realizar la inversión y ya como socio de la startup, pueda sufrir por las pérdidas o daños que esas contingencias generen en la sociedad y que traen causa de actos anteriores a la inversión.

Finalmente y para concluir,

Lastimosamente, hemos sido testigos de varios deals que se han caído por no estar al día con lo legal, emprendedores que han pasado los filtros más difíciles de un proceso de inversión, enamoran al inversionista del problema, su solución, del dream team y logran un preacuerdo con una cuantía que les garantiza runway, pero en la minucia del Due Diligence se identifican distintos riesgos y no se produce la inversión.

Nuestra recomendación es que te asesores legalmente si estás cerca a abrir una ronda de Venture Capital, no permitas que se te caiga una inversión si actuando preventivamente puedes prepararte y evitar que esto suceda.

¿Estás preparándote para un proceso de fundraising? Asesórate con un experto y prepara tu Due Diligence. Agenda una asesoría gratuita de 30 minutos.

¡Este es un contenido top!

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