Junio 04, 2025 | 🕒Tiempo de lectura: 5 minutos
Pasa más de lo que debería y a Phylo han llegado varios con el mismo dolor. Imagina que tienes una plataforma que permite transferencias al exterior. El usuario mete la plata a su cuenta en la app y luego hace la transferencia internacional. El sistema financiero cobra GMF al extraer dinero de la cuenta bancaria del usuario para ingresarlo en la app y luego lo vuelve a cobrar cuando sale de la app hacia el extranjero.
¿Qué generó esto?
Obviamente, que el cliente pague dos veces y se moleste. Tú quedas como una app poco efectiva y la competencia gana terreno.
Pero esto no es solo un problema técnico-jurídico, es también un problema estructural, pues dependiendo de la interpretación de la ley o de cómo se diseña el flujo de operaciones, se puede marcar la diferencia entre ser competitivo o que tus clientes prefieran a tu competencia.
Esto va más allá de mover botones en la interfaz. Requiere entender la ley, rediseñar procesos y anticipar riesgos. Te dejo aquí algunas ideas para que no quedes outcompeted por cobrar más veces el GMF que otras fintech:
1. Interpretación estratégica de la norma: Las leyes que regulan el GMF tienen algunas exenciones, entre ellas una que aplica a los movimientos de dinero que hacen los usuarios desde las cuentas que tienen en las Sociedades Especializadas en Depósitos y Pagos Electrónicos (SEDPE) como Coink, Movii o Global 66.
La ley impone unos topes de 65 UVT para los “retiros” que realicen los usuarios de su dinero en estas plataformas, es decir, que cuando retiren más de COP$3.237.000 la SEDPE tendría que hacer retenciones para cobrarles el GMF a sus usuarios.
El tema es que no todas las disposiciones de recursos hechas desde la SEDPE por los usuarios son un “retiro”. En el caso de mover recursos para hacer un envío al exterior, podría entenderse como un pago o un traslado; por ende, hay una interpretación de la ley que puede llevar a concluir que solo los “retiros” tienen exención hasta las 65 UVT y que el resto de tipologías de disposición de los recursos están exentas sin ningún tipo de tope. Es un tema de interpretación, pues el tope a la exención se refiere literalmente a retiros.
2. Rediseño del flujo transaccional: En lugar de que el usuario haga dos movimientos (uno para ingresar y otro para enviar), puedes armar un esquema donde haga una compraventa directa de divisas con pago desde su cuenta bancaria, sin pasar por la cuenta de tu plataforma. Eso evita un GMF.
3. Pagos directos a la cuenta del usuario: Permitir que terceros (por ejemplo, un empleador, o un familiar) hagan abonos directos a la cuenta de depósito electrónico del usuario. Así, el GMF lo asume el tercero, y la transferencia internacional posterior no genera doble cobro.
Este tipo de estructuras tienen que estar bien soportadas. No retener, declarar y pagar el GMF cuando corresponde puede derivar en sanciones. Por eso no basta con tener una buena idea; se necesita respaldo legal, documentación clara y una lectura técnica de la regulación.
No todas las fintechs están en la misma categoría. Y eso importa. Las SEDPEs tienen leyes específicas que las regulan, como indiqué arriba. Ellas no pueden hacer intermediación financiera, pero sí pueden ofrecer depósitos a la vista y actuar como IMC (Intermediarios del Mercado Cambiario). Esa combinación les da ciertas ventajas operativas… incluyendo, en algunos casos, evitar el cobro del GMF.
¿Resultado? Mientras una SEDPE puede justificar legalmente que no cobra GMF en ciertos flujos, una plataforma sin ese respaldo regulatorio no tiene cómo defender la misma estructura. La diferencia no es el producto, es la licencia.
El GMF puede parecer inevitable, pero no lo es. El cómo depende de tu estructura, tu asesoría y tus decisiones.
Corporate Lawyer - CEO Phylo Legal
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